El diagnóstico de la Fibromialgia
Con frecuencia se constata que las pruebas a las que se someten los enfermos de fibromialgia dan resultados anómalos, incluso podríamos decir que inesperados. En nuestro sistema médico, tecnológicamente avanzado, muchos médicos y pacientes dan un gran valor a las pruebas. Entre estas están los análisis de sangre, las radiografías, el TAC o la RMN. Sin embargo, las pruebas, por si solas, raramente sirven para efectuar un diagnóstico. Los análisis de sangre o las técnicas sensibles, como la RMN, son más útiles cuando confirman el juicio clínico realizado por el médico. Cuanta más incertidumbre existe en torno a una enfermedad, más pruebas se ordenan hacer.
A los médicos les preocupa pasar algo por alto, cosa natural. Los pacientes insisten en someterse a más exámenes para poder averiguar cuál es su problema. Millones de personas que padecen dolencias frecuentes, aunque todavía poco conocidas, como sucede con la fibromialgia, son objeto de una investigación excesiva y víctimas de un mal diagnóstico y de un sobre- tratamiento. Teniendo en cuenta esas pruebas, realizadas de forma aislada, se les decía que probablemente padecían lupus o artritis reumatoide. Sin embargo, las pruebas indiscriminadas provocan falsas pistas diagnósticas y terapéuticas, y a menudo son la causa de una preocupación injustificada.
Si a una persona se le somete a un cierto número de pruebas, algunas serán anormales por una mera cuestión de probabilidad. los médicos saben que un estudio detallado del historial del paciente y un examen físico proporcionan un diagnostico en el 90% de las ocasiones. La mayoría de las pruebas simplemente confirman el diagnóstico clínico. Los médicos emplean mucho tiempo en explicar a sus pacientes que una anomalía en un análisis de sangre no implica necesariamente que exista o pueda existir una enfermedad. También existe confusión sobre la especificación de los síndromes que son como la fibromialgia.
Te han diagnósticado Fibromialgia? Cómo fue? Qué pruebas te hicieron? Deja un comentario con tu experiencia!
A mí no me hicieron ninguna prueba en concreto; me dolía la rodilla y el tobillo y el traumatólogo me etiquetó con FB. Los dolores se fueron generalizando por mi cuerpo y el reumatólogo me mando un analgésico potente y me dijo que ya no volviera por la consulta, que mi diagnóstico ya se sabía cual era. Desde entonces estoy hinchada a pastillas que me hacen polvo el estómago, el hígado y yo que sé que más. No puedo vivir sin calmantes, a los que se añaden antidepresivos, ansiolíticos, relajantes musculares…